Hilos Tensores en el Rejuvenicimiento Facial

¿Cuándo se utilizan los hilos tensores en el rejuvenicimiento facial minimamente invasivo?

Los hilos tensores son útiles para mantener la cara libre de arrugas.y reposicionar los tejidos que han caído. Con ellos, se pueden tratar distintas áreas faciales, como las mejillas caídas, el contorno mandibular, elevar las cejas, ajustar la simetría en cejas y cara y servir de soporte de la piel del cuello.

 

Tipos de Hilos

Existen distintos tipos de hilos. Para indicaciones estéticas, se utilizan los llamados hilos barbados o anchorage, que pueden ser permanentes o reabsorbibles, según decida el médico en cada caso. Los hilos permanentes son de propileno y los reabsorbibles de dioxanona; estos últimos se deshacen y se integran en el tejido, de modo que desaparecen con el tiempo.

Estos hilos van provistos de unas prolongaciones, gracias a las cuales quedan agarrados a los tejidos donde se insertan y se mantienen en el lugar donde se colocan, sin que haya cicatrices visibles. Para introducirlos, el cirujano hace una pequeña incisión y los hace avanzar a través del tejido graso de la zona facial que desea tratar, siguiendo unas líneas que ha dibujado previamente en la piel.
Un procedimiento estándar implica colocar entre 4 y 6 hilos en cada zona, mediante inyección de anestesia local, aunque en algunos pacientes se utiliza sedación profunda o ambas cosas.. Habitualmente, una sola intervención es suficiente, pero en casos en que es necesaria otra inserción de hilos es recomendable esperar un par de meses.

Una vez intervenido, el paciente no precisa hospitalización; sólo permanece una o dos horas en observación antes de irse a su casa. Sin embargo, como ocurre tras cualquier procedimiento quirúrgico, pueden aparecer algunos efectos secundarios: el paciente puede notar entumecimiento o un ligero dolor, que se trata con analgésicos, y presentar hematomas, que se pueden tratar con cremas antiedematosas. Los expertos recomiendan aplicar frío sobre la zona intervenida.

Habitualmente, el paciente puede regresar a su vida normal en unos pocos días (una semana como máximo), pero siguiendo unas indicaciones especiales que le dará su médico. En cuanto a la duración de los efectos de esta cirugía rejuvenecedora, depende de la edad, la genética de cada persona o del estilo de vida, así como del número de hilos implantados y de la técnica empleada. La mínima duración garantizada es de 5 años y la máxima, aproximadamente, de 10 años.