La liposucción , que también se puede denominar lipectomía por asistencia de succión, lipoescultura, succión de grasa o lipectomía de succión, es una técnica que se utiliza para extraer depósitos de grasa no deseados de las áreas superficiales del cuerpo.
Debajo de la piel hay una capa de células de grasa que oscila entre 0,5 y 2 cm. ,en personas que tienen un peso adecuado (IMC o índice de masa corporal (peso/talla x talla) entre 19 a 24 en la mujer y de 20 a 25 para el hombre). En determinadas circunstancias y por causas desconocidas (metabólicas, hormonales, hereditarias…), esta capa aumenta su espesor, dando lugar a los acúmulos de grasa localizada, que también se puede llamar comúnmente celulitis (ya que debido al acúmulo y la falta de irrigación, se puede producir un cierto grado de inflamación y fibrosis que retrae la piel, dando lugar a la conocida piel de naranja). Suelen producirse habitualmente en las zonas laterales de los muslos (cartucheras o trocánteres), la cara interna y anterior de los muslos, rodillas, caderas o flancos, abdomen, espalda, brazos, zona cervical, gemelos, etc.
Estos acúmulos permanecen aunque se pierda peso. Hay personas que están en el peso adecuado o incluso por debajo de él y tienen estos molestos acúmulos de grasa.
Se han intentado métodos externos para reducir los acúmulos de grasa, como cremas, infiltración de productos, masajes, aparatos (LPG , presoterapia…). Estos métodos reducen temporalmente los acúmulos de grasa, y si se reduce de peso, mejoran parcialmente. Pero al ganar de nuevo peso o dejar de realizar los métodos externos, vuelven aparecer estos acúmulos de grasa.
El único método realmente eficaz y definitivo actualmente para extraer los acúmulos de grasa es la liposucción. En la liposucción, básicamente, se realizan unas pequeñas incisiones en la piel (2-3 mm), cercanos a los acúmulos de grasa, y mediante unas cánulas de diferentes diámetros (normalmente entre 2 y 4 mm), se extrae directamente la grasa acumulada.